CREEMOS que el diablo o Satanás fue creado en un estado de perfección por Dios pero por su propia voluntad pecó y arrastró consigo una multitud de seres celestes que ahora son los ángeles caídos y los demonios que le obedecen. Es el gran enemigo de Dios y de los creyentes, ya fue juzgado y derrotado por Jesús en la Cruz y su destino es el castigo eterno en el lago de fuego.