TEMA DEL MES
octubre 10, 2018
CE - Juan 4:23
“Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán
al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores
busca que le adoren.”
Jesús
al pasar por Samaria, se sentó junto al pozo de Jacob, de pronto se acercó una
mujer de Samaria a sacar agua y Jesús comenzó una plática con ella. Esto
realmente fue algo increíble ya que Judíos y Samaritanos no se hablaban entre
ellos, existía un conflicto y enemistad entre ambas naciones, que no se podían
ver ni en pintura, sin embargo Jesús rompió el molde, él no veía pleitos,
culturas, ni nacionalidad, el veía corazones.
Mientras
se encontraban hablando del lugar donde uno debería de adorar, Jesús dijo “la
hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre.” Jesús sabía
que no había razón por la cual discutir sobre el lugar de adoración ya que
pronto ambos lugares serían innecesarios en la vida de quienes adoren a Dios de
forma genuina.
En
este texto vemos la forma correcta de adorar a Dios, ya que Jesús utiliza el término
“verdaderos adoradores”. Es interesante pero si existen verdaderos adoradores,
también existen falsos adoradores, uno pudiera decir que está adorando a Dios,
pero la pregunta es ¿realmente estamos adorando a Dios?
Un
adorador verdadero tiene estas características, él adora a Dios “en espíritu y
en verdad” el término espíritu habla del ser interior del hombre, en otras
palabras del corazón. El pastor John Macarthur comenta al respecto “lo que
Jesús dice aquí es que una persona debe de adorar no solo en obediencia a las
normas y lugares religiosos (que representa la parte exterior) sino en lo
interno (“en espíritu) con una actitud correcta”. Y en segundo lugar la
adoración tiene que ser “en verdad” que este acorde a las escrituras.
En
nuestros días vemos que para algunos, la actitud humilde y espiritual no
significa gran cosa. Y para otros, la verdad o pureza doctrinal no tiene mucha
importancia. Ambos son parciales, están desequilibrados, y, por lo tanto,
equivocados.”
Notamos
este desvalance en muchas congregaciones, en algunos lugares vemos puro
sentimentalismo, en otros apreciamos alabanzas que no tienen nada de verdad
bíblica, por otro lado también vemos iglesias que carecen de vida espiritual,
cantan “estoy alegre” de una forma triste y apática, cualquiera que entra a
este tipo de congregaciones bien pudiera confundirse que a entrado a un funeral
en vez de una iglesia.
Sin
embargo nuestra adoración no se limita a la música en la iglesia. También
podemos adorar a Dios con nuestra forma de vida. ¿ y cómo hacerlo? En espíritu
y verdad. ¿Sabían que uno puede utilizar camisa y corbata o una falda bien
larga que te llegue a los talones, asistir fielmente a todos los servicios en
su congregación y no adorar a Dios?.
La
adoración va más allá de actos externos de espiritualidad, Dios está más
interesado en lo que tu eres que en lo que tu haces. Así que dediquemos más
tiempo en cultivar nuestro ser interior, que nuestro ser exterior.
También
adoramos a Dios si nuestra vida está acorde a la palabra ¿Cuánto tiempo has
pasado en la biblia aprendiendo como ser un mejor esposo, esposa, padre, madre
, hijo e hija? Si no dejamos que la verdad de Dios transforme nuestra vida, la
mentira del mundo lo hará
Dios
nos ayude a adorar a nuestro Dios de la forma correcta, de corazón y centrados
en la palabra de Dios, este tipo de adoradores es el que el padre busca, este
tipo de adoradores es el que debemos de ser cada uno de nosotros.
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