TEMA DEL MES

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octubre 08, 2018

CMCE - Nehemías 8.6

CE - Nehemías 8:6


Bendijo entonces Esdras a Jehová, Dios grande. Y todo el pueblo respondió: ¡Amén! ¡Amén! alzando sus manos; y se humillaron y adoraron a Jehová inclinados a tierra.”

Nehemías al preguntar a Hananí sobre la situación en la que se encontraba su pueblo, se enteró de que los Judíos que habían quedado en Jerusalén tenían grandes dificultades y vivían en desgracia, que la muralla de Jerusalén fue derribada y que sus puertas fueron consumidas por el fuego, al escuchar esto inmediatamente Nehemías busco la ayuda de Dios. ¿a quien acudes tu, cuando tienes alguna dificultad? Nehemías acudió a Dios y saben Dios tan amoroso no tardo en responder y utilizó al Rey Artajerjes quien envió a Nehemías y le dio su apoyo en la reconstrucción de los muros en Jerusalén.

Después de la reconstrucción del muro, el pueblo estaba bien organizado, bien defendido y bien gobernado, sin embargo algo faltaba. Saben uno puede tener un buen hogar, un buen trabajo y una buena posición en la sociedad, sin embargo estas cosas no pueden llenar el vacío que cada ser humano tiene en su corazón. Alguien dijo “dentro del corazón humano hay un vacío infinito que solo un ser infinito puede llenar y ese es Dios” Los Judíos estaban en una buena posición sin embargo había un vacío espiritual tremendo en la vida de la gente.

Al experimentar esto los Judíos, se acercaron a Esdras y le pidieron que trajera el libro de la ley de Moisés, en otras palabras la Biblia, Esdras trajo el libro y comenzó a leer delante de todo el pueblo, el pueblo muy atento escucho la voz de Dios. Así comienza un avivamiento, cuando un pueblo levanta en alto la Palabra de Dios.

Al ver como Dios tocaba los corazones de la gente, Esdras bendice el nombre de nuestro Dios y el pueblo responde ¡amén¡ ¡amén¡ así sea y de pronto alzan sus manos, se humillan y adoran a Jehová inclinados a tierra.

En el contexto vemos como el pueblo de Dios al escuchar la palabra de Dios se entristeció y lloró por su pecado, se arrepintió y confeso su maldad, he hizo un pacto con Dios de guardar y cumplir todos los mandamientos, decretos y estatutos que Jehová su Dios les había dado.

Que maravilloso, Esto es lo que podríamos llamar una adoración genuina. Muchos creen que adorar al Señor es simplemente cantar canciones lentas con una voz melodiosa , saben puede haber a adoración sin palabras, la verdadera adoración comienza cuando nos examinamos en el espejo de la palabra de Dios y de pronto su santidad es contrastada con nuestro pecado, esto lleva a inclinarnos delante de su presencia y exclamar “Dios mio ten misericordia de tu siervo y ayúdame a vivir una vida que de gloria y honra a tu nombre”

Dios nos ayude en este día a adorar con nuestras palabras y acciones a nuestro amado y sabio Dios.