No vamos a hacer que el ratón caiga en la trampa, poniéndole algo que no le gusta. Caerá porque le pusimos algo que le gusta, o caerá por desesperación, no pudiendo aguantar más el hambre. La misma táctica usa el enemigo de la humanidad. Satanás nos atraerá con algo que nos gusta, o nos llevará a la desesperación dirigiéndonos hacia la trampa con el fin de que caigamos. La mayoría caminamos demasiado confiados, ignorando por completo el hecho de que estamos peleando una batalla. 1 Corintios 10:13 dice que Dios no nos dejará ser tentados más de lo que podemos resistir. Dice que Él nos dará la salida, para que podamos soportar.” Eso significa que si caemos, es porque no quisimos tomar la salida que Él nos dió. Conste que la tentación no es algo con lo cual debemos jugar. Es cosa seria. Ser tentado no es pecado, pero ceder a la tentación sí lo es. No juguemos. Sigamos el ejemplo de Jesús.