¿Por qué les permitiría Dios ver el fututo a los profetas? Por que nos ama y quiere que sepamos los que nos espera más adelante, ya sea para darnos ánimo, o como sensata advertencia. De hecho, la misión principal de un profeta no es la de predecir sino la de predicar. Un profeta habla más del presente que del futuro. Cada página desde el Génesis hasta Malaquías, palpita ante la maravillosa llegada del Mesías.