TEMA DEL MES

TEMA DEL MES

octubre 04, 2013

Tema del Mes de Octubre. ¿QUE QUIERE DIOS DE NOSOTROS?

“Y Samuel dijo: ¿Se complace el Señor tanto en holocaustos y sacrificios como en la obediencia a la voz del Señor? He aquí, el obedecer es mejor que un sacrificio, y el prestar atención, que la grosura de los carneros”. -1 Samuel 15:22

   Decimos estar ocupados, supuestamente en las cosas del Señor. Pero, si estamos tan ocupados en nuestro servicio religioso, que ignoramos casi por completo a Dios y lo que nos ha mandado hacer, ¿realmente estamos ocupados en Sus asuntos? ¿Qué es lo que Dios verdaderamente desea de nosotros?
   Lo que hacemos en el CENTRO DE VIDA tiene el fin de obedecer a Dios, cumplir Su voluntad y permitirnos permanecer lo más cerca posible de Él. Los Centros De Acción, discipulado, Cuaderno Espiritual y todo lo demás, tienen este objetivo en mente. Lo malo, es que aun estas cosas pueden convertirse en un sacrificio en vez de obediencia. Podemos hacerlas sin prestar atención a lo que hacemos, cumpliendo un rito religioso, en vez de invertir en nuestra relación con Dios.
   Dios quiere que le respetemos, que caminemos con Él, que le amemos y que le sirvamos. Quiere tener una relación íntima con nosotros, en la cual Su voluntad se convierte en la nuestra. Al dedicarnos de corazón a la multiplicación de nuestro Centro De Acción, estamos engrandeciendo Su Reino, no el nuestro. Cuando nos sentamos por la mañana con el Cuaderno Espiritual, nos tomamos de Su mano antes de salir al campo de batalla, entendiendo que sin Él, el día será un total desperdicio. Cuando discípulamos, nos acordamos de las palabras del Maestro quien dijo, “Cuando se lo haces a u no de estos mis pequeños, a mí me lo has hecho”. Pensamos en lo bueno que hubiera sido tener a alguien quien se preocupara por guiarnos en las cosas básicas de nuestra relación con Dios y de lo bueno que será tener a otro guerrero, dispuesto a entrar a la batalla para pelear hombro a hombro con nosotros por la causa de Jesús.

   Dediquémonos a hacer las cosas correctas, de la manera correcta, siendo obedientes y prestando atención a la voz de Dios. Esto no es asunto de ocuparnos en actividades religiosas, sino vivir con Dios.