“No tengo tiempo. No estoy preparado.
No sé suficiente Biblia. No tengo experiencia. Soy demasiado tímido. Me da miedo.
Mi familia no me apoya. No sé leer.” Estas son excusas que pre-sentamos para no
cumplir con nuestras responsabilidades ante Dios. ¿Quieren que les diga un
secreto? Con la excepción de “no se leer”, todas estas excusas las he usado yo.
Lo malo es que no me sir-vieron. Tampoco les servirán. No son excusas válidas.
Si le
decimos a Dios que no tenemos tiempo, nos dirá, “Más vale que hagan tiempo.” Si
le decimos que no estamos preparados, nos dirá, “La práctica hace la
perfección”. Si le decimos que no tenemos experiencia, nos dirá, “Eso no los ha
detenido en ninguna otra cosa que han emprendido; ¿por qué ha de detenerlos en
esto?” Por cada excusa que presentamos, Dios tendrá una respuesta. Lo triste,
es que Sus respuestas serán más razonables que nuestras excusas.
Este mes
iniciamos la Campaña UDALV. Sé que muchos tendrán millares de escusas por las
cuales no participar. Mi oración es que haremos a un lado las excusas, para
encontrar razones por las cuales contribuir y participar de corazón. Las mismas
excusas que pre-sentamos, pueden tornarse en el motivo por el cual debemos
tomar esta campaña en serio. Esta Campaña UDALV podría ser el instrumento que
Dios utiliza para prepararnos, instruirnos en Su Palabra, ayudarnos obtener
experiencia, quitarnos la timidez y el miedo. De hecho, puede ser que Dios use
nuestra entrega a la Campaña UDALV para cambiar el corazón de nuestros
familiares. Puede que hasta se unan con nosotros en este maravilloso
movimiento. ¿No les gustaría eso? A mí sí.
Quiero
animar a cada dirigente de ministerio, padre de familia, Consejero Militar
Intino e Instructor del Club Infantil a cooperar con nuestros Líderes en dar
ejemplo y motivar a cada miembro de nuestra congregación a ser parte de esta
Campaña. Marchemos en nombre de nuestro Señor Jesucristo, para honra y gloria
del Padre. Engrandezcamos el Reino y ganemos al mundo para Cristo - Un
Discípulo A La Vez.