Como hemos dicho
anteriormente, “FE” es una palabra tan pequeña, pero tan potente. Sin FE es
imposible agradar a nuestro Dios.
En más de una ocasión Jesús
llamó a Sus discípulos “hombres de poca fe”. ¿Será que lo mismo nos diría a
nosotros?
Ninguno hemos visto a Dios, Jesús, o el cielo. Ninguno hemos visto al
diablo o el infierno. Estas cosas las aceptamos, porque en Su Palabra, Dios
dice que existen. Confiamos en Su Palabra.
Cuando tú y yo aceptamos que somos pecadores, que hemos ofendido a
Dios, y que vamos a tener que pagar la consecuencia por hacerlo, lo hacemos
porque creemos lo que Él dice. Cuando nos arrepentimos y aceptamos el
sacrificio que Jesús hizo por nosotros en la cruz, lo hacemos, porque creemos
lo que Él dice. Cuando aceptamos el hecho de que Él nos ha perdonado y hecho
Sus Hijos, lo hacemos, porque creemos en Su Palabra. Sabemos que no miente.
Esto es FE. Es por este medio, de creer a Dios, que somos salvos.