Si vamos a avanzar en contra de las fuerzas del mal y tener éxito, tenemos que tener las armas correctas. No podemos ir en contra del enemigo con armas inferiores. Necesitamos armas de calidad.
Cuando hablamos de pelear la batalla espiritual, tenemos que tomar muy en cuenta la calidad de armas y servicio que vamos a tener para el éxito de la defensa y avance de nuestro ejército. Las armas que vamos a utilizar y la manera en que vamos a pelear, son esenciales para nuestro éxito.
Imagínense entrar al campo de batalla, sin las armas necesarias para enfrentarnos al enemigo. O peor todavía; tener las armas, pero no saberlas usar.
Debemos comprender que no hay miembro del Centro De Vida que no esté metido en la batalla contra el mal. Algunos están peleando bien, con buenas armas y entrenamiento; mientras que otros, pelean mal, por no saber cómo, o por no tomar la batalla en serio. Lo malo de esto, es que somos un ejército. La victoria de uno, es la de todos. De igual manera, la derrota de uno, es la de todos también.