Para muchos el
matrimonio ya no es una opción, se ha vuelto «anticuado». Pero, ¿cómo
deberíamos proceder como cristianos ante esta nueva crisis del matrimonio en
nuestra sociedad...?
La disolución de
vínculos matrimoniales no es un problema nuevo. Lo
nuevo es el aparato legal que posibilita y apoya la llamada «unión libre». No
debe confundirse la llamada «unión libre» con el matrimonio civil, una
institución consagrada por la legislación de muchos países del mundo.
La llamada «ley de
la libertad» declara que uno es dueño de elegir o cambiar su pareja, siempre
que el consenso sea recíproco, sin someterse a tutelas institucionales. Y la
supuesta «ley del amor» afirma que la pareja vive unida tan solo mientras
conserva el amor recíproco. Si el amor es permanente, los vínculos son
indisolubles. Si el amor muere, la unión civil desaparece. Esto ha traído enormes
problemas a la sociedad: Madres solteras, desintegración familiar, niños
abandonados, etc
Ni que decir de los
matrimonios ya establecidos, la taza de divorcios en el Perú ha crecido en un
51% en estos últimos años, mientras que más matrimonios se divorcian la cifra
de los que llegan a casarse ha disminuido dramáticamente.
¿Hay solución para
este tremendo problema en nuestro país? La respuesta es Sí, tenemos que volver
a la Biblia, solo ella nos dará las bases firmes para matrimonios saludables.
En este mes de Agosto estaremos estudiando cómo podemos edificar familias firmes en tiempos de crisis.