El propósito de compartir las experiencias de nuestros errores, es con el fin de ayudar a otros evitar el dolor que los acompaña. La parábola del “Hijo Pródigo” siempre lo analizamos desde el punto de vista de un padre con dos hijos, de los cuales uno es incrédulo (el menor) y el otro es creyente (el mayor). Por más cierto, siempre atribuimos al hermano mayor una actitud de creyente “no maduro”, debido a su comportamiento, al regresar a casa el hermano menor.
TEMA DEL MES
noviembre 07, 2010
Esta semana: EL HIJO PRODIGO
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