Cuando la Biblia describe al rey David, dice que era “un hombre conforme al corazón de Jehová”. En el Centro De Vida, queremos que cada uno de nuestros miembros tenga esta descripción. Pero, ¿cómo llega una persona a ocupar tal puesto en el corazón de Dios? No deje de asistir esta semana a su Centro de Acción.
¿Se pueden imaginar lo que sentiríamos que Dios dijera, “el Centro De Vida es una Iglesia conforme a mi corazón”?
Observemos los temas de este mes: (1) Dando A Dios Su Lugar. (02) El Bienestar De Otros. (03) Mas Allá De Lo Requerido. (04) El Mismo Sentir De Cristo. (05) Cosas Del Corazón.
Les aseguro que la persona que hace un Cuaderno Espiritual, de corazón, será más propensa a dar a Dios el lugar que le corresponde, ayudar a su prójimo, ir el kilómetro extra, y tener el mismo sentir que tuvo Jesús, que la persona que no. Les aseguro que la persona que discipula también.
¿Quieren que les diga algo? De todas las cosas por las cuales Dios pudiera regañarme, como pastor del Centro De Vida, dudo que el Cuaderno Espiritual y el discipulado estén entre ellas. De hecho, a menos de que esté completamente equivocado encuanto a lo que la Biblia enseña, si hay algo por lo cual Dios me felicitará, será por la posición en nuestra Iglesia de promover el Cuaderno Espiritual y discipulado, porque sabe que por lo menos estoy intentando enseñar a Sus hijos cumplir sus deberes.
Conste, que así como hay hijos que le roban dinero, hay otros que le roban servicio y tiempo también. Y así como presentan todo tipo de excusa para no dar su diezmo, también tendrán sus buenas razones por las cuales no pueden hacer el Cuaderno Espiritual o discipular. Y así como sus excusas no valen con el diezmo, tampoco tendrán validez cuando se trata de lo otro.
Díganme ustedes, ¿cómo es que el Centro De Vida va a llegar a ser una Iglesia que da a Dios el lugar que se merece, que se preocupa por el bienestar del prójimo, que está dispuesta a ir más allá de lo que se requiere, y que tiene el mismo sentir que tuvo Jesús, si ni siquiera está dispuesta a hacer algo tan sencillo como el Cuaderno Espiritual, poniendo en práctica las cuatro armas espirituales?
¿Cuál sería el propósito de Dios en crear a la familia? Dios pudo haber creado a miles de personas individuales que no tuvieran que ver el uno con el otro. Tiene la capacidad de hacer lo que quiere. Al tratarse de la reproducción, pudo haber creado al individuo para que al llegar a los 50 años, estornudara fuertemente para expulsar a una miniatura de sí mismo. Así el modelo antiguo podía expirar, dando lugar a la miniatura crecer, para llegar a hacer lo mismo cuando él cumpliera los 50. Pero, no lo hizo así. La familia es importante para Dios. Él ama a Su familia, y quiere que todos nosotros la amemos también.
Nuestro Centro de Acción no es otra cosa que nuestra familia inmediata que viene formando parte de la gran familia Centro De Vida. Nuestro líder vendría siendo nuestro papá, hijo espiritual del pastor de la Iglesia. En el Centro de Acción nuestra familia inmediata atiende sus asuntos, y el día domingo vamos todos a la casa de Dios para nuestra gran reunión familiar.
Es cierto que el líder nos dirige; pero en nuestra familia, ninguno se preocupa más por el bienestar de nuestro hogar que el otro. Trabajamos unidos para el bien de nuestra familia, todos haciendo su parte, todos dando su mejor. Todos la protegemos, todos velamos por ella. Y aunque nosotros la podemos criticar, más vale que ningún otro lo haga, pues, amamos nuestro compañerismo. ¡Es el mejor del mundo! ¡Corpus Unum!
¡Es cien mil veces más fácil destruir que edificar! Edificar requiere un costo, determinación, aprecio, cuidado y protección. Destruir solo requiere un mazo y una actitud negativa. Entre más fea la actitud, más fácil y rápido se vienen para abajo las cosas.
La razón por la cual Dios nos ha dado una estructura; la razón por la cual quiere que todos nos perfeccionemos para la obra del ministerio; es para la edificación de nuestra Iglesia, la cual es el cuerpo de Cristo, del cual los que hemos recibido a Jesús como Salvador, siguiéndole en bautismo, somos miembros. Esto no es algo que se debe tomar a la ligera. Necesitamos comprender que lo que le hacemos a la Iglesia, se lo hacemos a Dios.
Seguramente todos sabemos que la Iglesia somos nosotros, pero, ¿y qué? La mayoría nos juntamos como Iglesia por todas las razones equivocadas.
En el Centro De Vida no se trata de “sálvese quien pueda”. Tampoco es asunto de “cada quien haga como mejor le parece”. Dios nos ha dado una estructura y quiere que la tomemos en serio.
