El mundo le ofrece al hombre sus caminos para que transite por ellos y siga sus pisadas. Por lo general son "puertas anchas" más fáciles para seguir y sus ofertas para una vida feliz y placentera, son atractivas y no requieren de demandas o sacrificios. La humanidad ha encontrado a través del "camino ancho" una vida "sin complicaciones", cuando tiene que compararla con las demandas que Dios le hace para que siga las pisadas de su Hijo.
Es muy importante para Dios que sus discípulos se identifiquen con El, Jesús desea que todos los que le hemos recibido como salvador nos paremos firmes como hijos de Dios, identificándonos como tales por medio de vivir vidas que traigan honra y Gloria a nuestro Padre celestial. Jesús desea que nosotros sigamos en sus pisadas, viviendo vidas de entrega a la voluntad de Dios, así como él lo hizo cuando estuvo aquí en la tierra, hay muchas maneras en que el hijo de Dios puede señalarse como hijo de Dios, la forma en que habla, su proceder en diferentes situaciones de la vida, su dedicación en cumplir requisitos que Dios ha establecido en su palabra y muchos medios más. El cristiano se identifica con Cristo en su testimonio, en su bautismo, en su unión a la iglesia local y en su dedicación a su palabra, todas estas cosas los señalan como hijos de Dios y discípulo del Señor Jesús.
Los temas que estaremos desarrolando este mes son:
1. Siguiendo sus Pisadas.
2. bautizándome.
3. Uniéndome a su Iglesia.
4. Practicando su Palabra.
CUADERNO ESPIRITUAL PARA ABRIL
TEMA: SANTIDAD
Santo, Santo, Santo. Nuestro Dios es Santo. Su naturaleza es santa y por lo consiguiente, le agrada todo lo que tiene que ver con la santidad. Él nos ha creado a nosotros para ser santos y quiere que vivamos en santidad. Como nuestro anhelo es agradarle, y serle fiel, vamos a estudiar versículos que hablen acerca de la santidad, con el fin de comprender la mejor y hacer los cambios necesarios para ponerla a práctica en nuestra vida.
“Santidad, santidad es lo que pides. Por eso, santo quiero ser.
Santidad, santidad para agradarte Señor. Mi corazón hoy cámbialo. Y mi pensar transfórmalo. Y mi vivir confórmalo, al Tuyo, mi Señor.”
Dios Quiere Que Seamos
• Lun 02...Levítico 20:26
• Mar 03...Salmos 16:3
• Mié 04...Efesios 1:4
• Jue 05...1 Tesalonicenses 4:3
• Vie 06...Salmos 93:5
Verdades Acerca De La Santidad
• Lun 09...Hebreos 13:12
• Mar 10...Judas 1:3
• Mié 11...Lucas 1:75
• Jue 12...Efesios 5:3
• Vie 13...Salmos 116:15
Para Vivir En Santidad
• Lun 16...Números 15:40
• Mar 17...Efesios 4:23
• Mié 18...Romanos 6:19
• Jue 19...Colosenses 3:12
• Vie 20...Romanos 12:2
Resultados De La Santidad
• Lun 23...Salmos 37:28
• Mar 24...1 Corintios 6:2
• Mié 25...Romanos 6:22
• Jue 26...Hebreos 12:14
• Vie 27...2 Corintios 7:1
Todos debemos estar dispuestos a respaldarnos los unos a los otros. En esta batalla nos encontramos todos; desde el más grande, hasta el más pequeño. Debemos pelear brazo a brazo en contra de la maldad, cuidando la espalda de nuestros compañeros.
Nuevamente debemos reconocer que somos un ejército y que no hay lugar para “Llaneros Solitarios” en la batalla contra el mal. Necesitamos de Jesús y de la ayuda de los demás miembros del cuerpo para poder ganar esta batalla. Las puertas del infierno no prevalecerán contra LA IGLESIA.
Cuando hablamos de la batalla espiritual, no solo necesitamos una base firme y armas de calidad. También necesitamos calidad de servicio. Tenemos que tomarnos el tiempo para asegurarnos que estamos haciendo las cosas bien. No podemos pelear a medias y esperar vencer al ejército enemigo.
Todos debemos comprender que nuestra sociedad es una de caminos cortos, poca inversión, con la esperanza de máxima ganancia. Esta es una de las razones por las cuales nos encontramos en la situación que estamos. En este campo de batalla, las cosas no pueden ser apresuradas. Si vamos a tener éxito, debemos comprender que nuestro servicio requiere tiempo, esfuerzo, dinero y precisión.
En nuestra pelea no hay mejor base que Jesús. Sin embargo, tenemos que asegurarnos de pelear con las armas correctas, tomando en serio nuestro servicio.
El Centro De Vida no se compone de un solo miembro. El Centro De Vida no se compone únicamente de miembros dedicados a las cosas de Dios. El Centro De Vida se compone de todos los que hemos sido salvos, bautizados, y colocados en este cuerpo. La lucha nos corresponde a todos. Todos daremos cuenta por nuestro servicio a la causa de Jesús. ¡Sirvamos bien!
Si vamos a avanzar en contra de las fuerzas del mal y tener éxito, tenemos que tener las armas correctas. No podemos ir en contra del enemigo con armas inferiores. Necesitamos armas de calidad.
Cuando hablamos de pelear la batalla espiritual, tenemos que tomar muy en cuenta la calidad de armas y servicio que vamos a tener para el éxito de la defensa y avance de nuestro ejército. Las armas que vamos a utilizar y la manera en que vamos a pelear, son esenciales para nuestro éxito.
Imagínense entrar al campo de batalla, sin las armas necesarias para enfrentarnos al enemigo. O peor todavía; tener las armas, pero no saberlas usar.
Debemos comprender que no hay miembro del Centro De Vida que no esté metido en la batalla contra el mal. Algunos están peleando bien, con buenas armas y entrenamiento; mientras que otros, pelean mal, por no saber cómo, o por no tomar la batalla en serio. Lo malo de esto, es que somos un ejército. La victoria de uno, es la de todos. De igual manera, la derrota de uno, es la de todos también.
Cada uno de nuestros CDA son bases militares de las cuales los miembros del CENTRO DE VIDA pelean por la causa de Cristo Jesús. Cada uno de ellos se para firmemente sobre los principios de Jesús. Él es nuestro fundamento. Lo que hacemos es por Él y para Él.
Hacemos todo a base de lo que creemos. Todos estamos construyendo nuestra vida sobre una ideología, en la cual creemos. Puede que no estemos seguros si nuestra forma de pensar va a tener éxito o no, pero de todos modos, seguimos haciendo lo que hacemos, con la esperanza de que todo nos va a salir bien.
En nuestro de esta semana, queremos establecer que solo existe un fundamento sólido. Su nombre es Jesús.
Cualquier área de nuestra vida que no esté edificado sobre Jesús, corre el riesgo de ser derrumbado con el primer problema que se nos acerque. Matrimonios que no tienen los principios de Jesús como base, corren el riesgo del divorcio. Carreras no construidas sobre Jesús, pronto nos llevarán a la ruina. Solo lo que construimos sobre Jesús perdurará. De eso, podemos estar seguros.
Conste que podemos tener el deseo de levantar una Iglesia, y equivocarnos de base o fundamento. La única Iglesia o Centro De Acción que perdurará es la que tiene a Jesús como su base. Tenemos que tener cuidado, asegurándonos de hacer las cosas como Jesús nos instruye hacerlas.
Siempre que leemos 1 Corintios 3:10-15, se nos viene a la mente la imagen de un edificio, al cual todos estamos construyendo. Se nos amonesta a tener cuidado de cómo sobreedificamos, haciéndonos ver que debemos usar buenos materiales (oro, plata, piedras preciosas), ya que si usamos malos materiales (madera, heno y hojarasca), el edificio quedará débil.
Este mes, quiero que borremos la imagen del edificio, y que la cambiemos por la imagen de bases militares. Nuestra Iglesia y cada uno de nuestros Centros De Acción son bases militares de las cuales los miembros del Centro De Vida pelean por la causa de Cristo Jesús. Estas bases militares están construidas sobre un fundamento permanente (Jesucristo), y de ellas es que: (1) Recibimos entrenamiento, (2) nos refugiamos para recuperar fuerzas, (3) somos atendidos después de ser heridos en batalla, (3) defendemos el territorio que hemos conquistado, y (4) lanzamos nuestra ofensiva en contra de Satanás y los poderes del mal. Todo esto lo hacemos por la causa de Jesús y el engrandecimiento de Su Reino.
En vez de materiales, quiero que pensemos en armas espirituales y nuestro manejo de ellas como soldados del ejército de Dios. Nuestras armas deben ser de calidad y debemos manejarlas con precisión y experiencia (oro, plata, piedras preciosas). Cada miembro del Centro De Vida debe ser un francotirador experto.
Cada soldado del Centro De Vida debe mantenerse en forma, preparado para la guerra. Debe saber entrar a los diferentes campos de batalla, contender con el enemigo y conquistar terreno en el nombre de su Señor. Debe saber pelear en equipo con los de su Centro De Acción, pero también debe saber pelear a solas cuando es necesario. Cada miembro de cada Centro De Acción debe ser un ¡Rambo espiritual!
Somos un ejército. Tenemos compañeros de batalla que están peleando en todas partes del mundo. Compañeros a quienes debemos respaldar. La victoria de uno es victoria de todos, y la derrota de uno, es derrota para todos.
No se olviden de esto mientras estudiamos nuestros versículos para este mes. ¡Corpus Unum!
