Si deseas agradarme, debes traerme un plato
delicioso de ceviche. ¡No debe traerme un gusano! Si me trae un gusano, no lo
voy a aceptar, ¡mucho menos comer!
Dios nos ama, pero eso no significa que Él va a
aceptar cualquier cosa que le traemos. ¿Se acuerdan de la historia de Caín y
Abel? Ambos dieron lo mejor que tenían, pero la ofrenda de Caín no fue
aceptada, pues, no es lo que agradaba a Dios.
FE es lo que nos permite agradar a Dios. Cualquier
cosa que no proviene de fe (el estar seguro de lo que Él ha dicho, aunque no
podamos ver, ni entender cómo va a suceder), no será aceptado por Él. Los que
nos acercamos a Él, tenemos que estar plenamente convencidos de que Él es
capaz, y de que va a recompensar a quienes están buscando hacer Su voluntad.
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