Seremos
ridiculizados por decirlo, pero, los que somos discípulos de Jesús, no debemos
vivir de acuerdo al escenario, las circunstancias, o situaciones que el mundo
nos presenta. El mundo no tiene la última palabra, ni dicta la voluntad de
Dios. Los discípulos de Jesús debemos vivir conforme a la voluntad de Dios,
venga lo que venga, pase lo que pase. Quienes lo hacemos, no solo veremos
acontecer milagro tras milagro en nuestra propia vida, sino que lo veremos en
la vida de quienes nos rodean. Lo mejor de todo, es que sentiremos el agrado de
Dios
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