Podemos estar solos en la casa, viendo lo que querramos en la televisión, o metidos en el internet, pensando que nadie se dará cuenta de lo que hacemos. La realidad es que nuestro Creador ve todo lo que hacemos, incluyendo lo que pensamos y sentimos. ¿Qué importa? No tuviera importancia, si no fuera por el hecho de que algún día tendremos que rendirle cuentas por lo que éstabamos viendo, haciendo y sintiendo.
Ninguno seremos inocentes de pecado en ese día. Sin embargo, creo que valdrá mucho el haber volteado la vista (para no ver), haber cambiado el canal o el haber apagado la televisión. Esas cosas también serán tomadas en cuenta.
El llegar a la conclusión de que la televisión, la computadora o el teléfono celular han llegado al punto de convertirse en un ídolo, de nada sirve, a menos de que hagamos algo en cuanto a ello. ¿Qué bien nos hace reconocer todo esto ahora, si la próxima semana vamos a continuar igual que antes?
Podemos estar solos en la casa, viendo lo que querramos en la televisión, o metidos en el internet, pensando que nadie se dará cuenta de lo que hacemos. La realidad es que nuestro Creador ve todo lo que hacemos, incluyendo lo que pensamos y sentimos. ¿Qué importa? No tuviera importancia, si no fuera por el hecho de que algún día tendremos que rendirle cuentas por lo que éstabamos viendo, haciendo y sintiendo.
ResponderEliminarNinguno seremos inocentes de pecado en ese día. Sin embargo, creo que valdrá mucho el haber volteado la vista (para no ver), haber cambiado el canal o el haber apagado la televisión. Esas cosas también serán tomadas en cuenta.
El llegar a la conclusión de que la televisión, la computadora o el teléfono celular han llegado al punto de convertirse en un ídolo, de nada sirve, a menos de que hagamos algo en cuanto a ello. ¿Qué bien nos hace reconocer todo esto ahora, si la próxima semana vamos a continuar igual que antes?