No podéis servir a Dios y a las riquezas.” No
podemos servir a dos personas, porque siempre llegará el momento cuando
tendremos que escoger entre el uno o el otro. Los que somos siervos del Señor,
amamos a Dios. No podemos servirle a Él, y al mismo tiempo servir al mundo.
Servimos a la humanidad en Su Nombre, sin embargo, sabemos quién es nuestro
Señor. En el momento de hacernos escoger entre Dios y el hombre, el hombre habrá
de darse cuenta rápidamente que servimos a Dios..
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