“Y
todos los ángeles estaban
en pie alrededor del trono, y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes;
y se postraron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios,”
Aquí
vemos un cuadro hermoso del trono y la majestad de Dios, nuestro amado y gran
Dios se encuentra al centro del cuadro, muy cerca de él se encuentran los 4
seres vivientes, después de ellos los 24 ancianos y en la parte más externa los
ángeles, también en el contexto vemos que delante del trono se encontraba una
gran multitud de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas clamando a
gran voz “la salvación pertenece a nuestro Dios, que esta sentado en el trono y
al cordero”. Que cuadro mas maravilloso.
En
el centro tenemos a nuestro amado Dios rodeado de gloria, majestad, excelencia,
perfección, santidad, justicia y misericordia.
A
sus costados vemos a los cuatro seres vivientes que son un grupo angelical muy
semejante a los querubines, en el contexto vemos que estos poseen
características propias, el pastor Evis Carballosa comenta al respecto “uno de
ellos es semejante al león, esto nos habla de fuerza, ira, majestad y realeza;
el segundo es semejante a un becerro, sugiere vitalidad, resistencia, trabajo y
sacrificio; el tercero tenia rostro como de hombre, destacando su personalidad,
inteligencia, sensibilidad, voluntad y capacidad para ejercer autoridad y el
último es semejante a un águila volando: destaca su visión permanente, vuelo
ágil y elevado y juicio celestial.” Son seres impresionantes están en la
presencia de nuestro gran Dios.
En
segundo lugar tenemos a los ancianos. El término anciano en las escrituras se
usa en dos sentidos, en primer lugar es una referencia a personas de edad
avanzada y en segundo lugar es un oficio que requiere capacidad, madurez y
experiencia. ¿Quiénes son estos 24 ancianos? hay dos posiciones al respecto,
unos teólogos creen que son ángeles con un rango superior y otros creen que son
una representación de la iglesia glorificada, yo me inclino por esta segunda
posición por el cántico de redención que estos ancianos entonan, por las
coronas que llevan que serían los galardones obtenidos delante del tribunal de
Cristo y por sus vestiduras blancas que representan las acciones justas de los
santos.
En
tercer lugar tenemos a los ángeles quienes son seres sobrenaturales y
celestiales cuyo ministerio es actuar como mensajeros y agentes de Dios en la
realización de la voluntad divina. Estos últimos se postran sobre sus rostros
delante del trono y adoran a Dios. al colocarse de esta forma reconocen su
pequeñez delante de su creador, quien es digno de toda gloria y honra por siempre
¿Quién
más que nuestro Dios merece toda nuestra adoración? El nos buscó y salvó siendo
solo gusanos que merecíamos el infierno, él murió y fue por su muerte en ese
madero que la mugre de nuestro pecado puede ser limpiada, porque no tomamos un
momento en el día y alabamos a nuestro Dios de la misma forma como lo hicieron
los ángeles, quienes exclamaron “¡La bendición y la gloria y la sabiduría y la
acción de gracias y el honor y el poder y la fuerza pertenecen a nuestro Dios
por siempre y para siempre! Amén».
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