“Respondiendo Jesús, le dijo: Vete
de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo
servirás.
Después
que Jesús ayunó 40 días, tuvo hambre, entonces vino a él el tentador y lo tentó
en varias oportunidades y de toda forma posible, saben la tentación es así, tan
pronto sales triunfante de una, otra espera a la puerta, y tenemos que estar
preparados para ello.
En este
texto vemos la segunda tentación, la tentación en cuanto a la vanagloria de la
vida, en el contexto dice lo siguiente “y le llevó el diablo a un monte alto y
le mostró en un momento todos los reinos de la tierra”. Es muy probable que Satanás
le mostrara en visión la riqueza, gloria y majestad de todos los reinos en este
mundo”
Seguido a
esto le dice “a ti te daré todo esto. Pues a mí me ha sido entregada y a quien
quiero la doy” la biblia presenta a Satanás como el “príncipe de este mundo”.
El apóstol Juan dice que el mundo entero está bajo su poder, Cuando Dios creo
al hombre le dio autoridad sobre este mundo, sin embargo, como consecuencia de
su caída y desobediencia a Dios, los reinos del mundo, es decir la esfera de
autoridad que el hombre debía ejercer le fue trasladada a Satanás, no como
derecho sino como trofeo de victoria, es por eso que Satanás hace este
ofrecimiento.
A continuación,
le dijo “todo esto te daré si postrado me adorares” Satanás sabía que en el
libro de los Salmos existe una promesa del Padre al Hijo, él sabía que el hijo
recibiría de parte del padre por herencia las naciones y como posesión los
confines de la tierra, sin embargo, esto lo obtendría después de la cruz.
Satanás muy astuto le ofreció gloria sin sufrimiento. Y para tener todo esto
solo tenía que hacer una cosa y esta era el rendirle homenaje, postrándose
delante de él en un acto de respeto, sumisión y adoración.
¿Cómo
respondió Jesús ante la tentación? En primer lugar, Jesús le dice “vete
satanás” con esto expresa un rechazo total y contundente a la oferta de
Satanás. Después de esto le dice: escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a
él solo servirás. En el Pentateuco Dios ya había establecido este mandato.
Jesús apela a las escrituras y señala su lealtad, honor, servicio y adoración
únicamente a su Padre. Jesús salió triunfante de esta tentación.
¿Qué de
nosotros? ¿a quién adoramos realmente? A lo largo del día Satanás y este mundo
nos va a presentar en bandeja de plata una serie de cosas con el fin de dejar
de adorar a nuestro Dios. ¿Dónde estará nuestra lealtad en ese momento? ¿a
cuantos de nosotros no se nos ha presentado una oferta de trabajo o un curso de
maestría o doctorado el día domingo? Hacer esto sería ganar más dinero, respeto
y reputación pero saben, tiene un costo y ese es el dejar de adorar a Dios al
lado de nuestra iglesia.
Tu lealtad
va ser probada, tenlo por seguro, y según responsas a ello serás más fuerte o más
débil en la vida cristiana. James Bukman dijo lo siguiente “pruebas, tentaciones,
decepciones, todas estas son ayudas en lugar de trabas si las usamos
correctamente, no solo prueban la fibra del carácter, sino que fortalecen
nuestra vida, cada tentación conquistada representa un nuevo caudal de energía
moral, cada prueba soportada y superada con el espíritu apropiado hacen que el
alma sea más noble y más fuerte que antes”
¿Cómo
podemos vencer la tentación cuando está se presente? Tenemos que imitar a
Jesús. En primer lugar, tratar al pecado tal y como realmente es, algo
asqueroso y repugnante en comparación a Dios y en segundo lugar acudir a las
sagradas escrituras en busca de ayuda.
Dios nos
ayude a adorar y servir únicamente a nuestro Rey y Salvador Jesucristo. Ya que
solamente él se merece toda la gloria y honra por siempre.
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